La videoconferencia es una excelente manera de comunicarse con sus colegas, socios y clientes. Las reuniones en línea son más atractivas que las llamadas telefónicas tradicionales, las conversaciones de correo electrónico o los mensajes instantáneos y realmente pueden aumentar la productividad de su equipo. Sin embargo, las reuniones de video también son más exigentes: imponen mayores requisitos tanto para los puntos finales de videoconferencia como para sus canales de comunicación.
El ancho de banda es posiblemente el activo más importante para una videoconferencia exitosa, y estamos acostumbrados a evaluar la calidad de videoconferencias con el ancho de banda. Sin embargo, esto podría no ser totalmente cierto. La velocidad de conexión puede cambiar rápidamente durante la reunión, disminuir o cambiar según el modo de transmisión, mientras que es de vital importancia que los flujos de datos sean estables, regulares y predecibles durante las videoconferencias.
El sistema de videoconferencia puede ajustar fácilmente el ancho de banda de 64 kb/s a 4 Mb/s dependiendo del modo de conferencia y la calidad de señal de los participantes. Es mucho más difícil adaptar el flujo a las condiciones de red en constante cambio de cada participante de la conferencia.
La arquitectura de videoconferencia y su capacidad para operar en condiciones en cambio constante desempeña un papel clave para garantizar la calidad de videoconferencias. Estos son algunos retos comunes de videoconferencia que pueden afectar negativamente sus reuniones:
¿Cómo prevenir los retos de videoconferencia más comunes? La solución más simple y costosa es establecer restricciones fijas tanto en el hardware como en los recursos de red de su sistema de videoconferencia.
Afortunadamente, la ciencia y la tecnología están evolucionando rápidamente y los sistemas de videoconferencia modernos proporcionan una excelente calidad de conexión en cualquier condición debido a la arquitectura avanzada de software.
En cualquier videoconferencia grupal hay una cierta manera de transmitir datos entre sus participantes. Dado que la conexión directa entre los participantes de la conferencia apenas es aplicable debido a los retos más comunes de videoconferencia, debemos considerar un sistema que soporta la topología de estrella y se puede utilizar como un medio, es decir, un servidor de videoconferencia.
Todas las soluciones se dividieron previamente en dos categorías: soluciones de software y hardware. Pero, este enfoque se ha considerado obsoleto desde 2014 porque la clara separación entre las soluciones de hardware y software simplemente desapareció: hay sistemas de hardware que combinan la arquitectura típica de software (conmutación y SVC) y sistemas de software con una MCU incorporada. En segundo lugar, los principales proveedores de videoconferencia tienden a entregar su infraestructura de video como un software en un entorno virtualizado.
SFU (Unidad de reenvío selectivo) es una arquitectura de videoconferencia en la que el proceso de transferencia de datos, entre el servidor y las terminales, ocurre en múltiples etapas: primero, el servidor recibe transmisiones de video entrantes desde todas las terminales, luego, transmite varias copias de las transmisiones de video de los otros participantes a cada terminal sin compresión y, finalmente, las terminales pegan juntas las transmisiones de video entrantes.
Una de las ventajas de este sistema es la reducción de las necesidades de los canales, gracias a un único flujo de salida. Al mismo tiempo, la carga del servidor se reduce debido a un aumento significativo de la carga en el equipo de los participantes, ya que tienen que procesar numerosos subprocesos.
Este tipo de arquitectura incluye todas las ventajas del enfoque de mezcla y escapa a todos los inconvenientes de los sistemas basados en multiplex. Es asequible y fácilmente escalable, y se ejecuta en cualquier plataforma gracias a las tecnologías avanzadas de procesamiento de señales y compresión de datos.
Esto es lo que hace la arquitectura basada en SVC: una terminal comprime su flujo de video en capas, cada capa adicional viene con una mayor resolución, calidad y FPS de video. Si el canal entre una terminal y un servidor de videoconferencias proporciona un gran ancho de banda, la terminal envía la cantidad máxima de capas. El flujo SVC varía solo entre un 15% y un 20% del ancho de banda en comparación con el flujo que no es SVC y requiere mucho menos ancho de banda que el enfoque de conmutación.
Después de recibir un flujo SVC con capas, el servidor de videoconferencia corta las capas excesivas sin transcodificar desechando los paquetes de datos. De esta manera se crean los conjuntos individuales de flujos para cada participante de una videoconferencia grupal sobre la marcha, de acuerdo con sus condiciones de conexión reales, recursos disponibles, diseño solicitado, resolución de pantalla, etc. Esto a su vez brinda una gran resistencia.
Este tipo de arquitectura incluye todas las ventajas del enfoque de mezcla y escapa a todos los inconvenientes de los sistemas basados en multiplex. Es asequible y fácilmente escalable, y se ejecuta en cualquier plataforma gracias a las tecnologías avanzadas de procesamiento de señales y compresión de datos.
Los protocolos estándar de transferencia de datos se utilizan para realizar videoconferencias entre sistemas de software y puntos finales de hardware de otros fabricantes.
La compresión y reproducción de video y audio durante una sesión de video se realiza mediante el uso de códecs de audio y video.
